Salomon Speed Cross 3, mi primera y nueva adquisión para mi nuevo vicio, el trail running. A finales de junio de este año, despues de mi debut en la CxM Mountain Festival de Sierra Nevada, las conseguí por 50€ frente a los más de 110€ que cuesta en "tienda", mirando "chollos" por varias páginas de internet, su bajo coste venía dado porque me las enviaron directamente de fábrica (o eso me dijeron).
¿Por qué esta marca y este modelo? Pues sencillamente por la curiosidad, la ignorancia y la ilusión de la iniciada, aquí presente. Salomon, una marca que pasó desapercibida ante mí estos veintisiete años, que me sonaba porque un tal Kilian corría con "sus" ropas, que el jovencito del Club en el que estoy corrió tal carrera en Madrid que llevaba el nombre de dicha marca...e indagando, leyendo, rastreando y husmeando diferentes blogs, foros, webs dedicadas ¡a la carrera por montaña!, vamos vamos, un mundo nuevo se abría ante mi... y aquí estoy "pasito pasito buscando el equilibrio y dejándome llevar" (como canta el gran Fito Cabrales). Bueno, volviendo a la vereda, una vez explicado el "porqué" de la marca, le toca el turno al modelo, y es que es para volverse majara total, con las múltiples y finitas variedades, pero me decanté por las SpeedCross leyendo varias reseñas, donde no hablaban de dureza ni durabilidad, pero sí de agarre, de estabilidad y de amortiguación, que para una patosa principiante como yo, ya es bastante.
Mi balance de estas zapatillas despues de casi dos meses dándolas kilómetros, desniveles, tralla, caminos, montañas, carreterines de asfalto y sierras (de Cantabria a Galicia terminando en Sierra Nevada coronando tresmiles, creo que estarán en torno a los 200kms), que es lo que se les estima de vida... he tenido que pegarles las punteras, porque tropezar no es en vano (ya dije que era patosa), y los laterales de ambas tienen pequeñas grietas, pero los tacos de la suela están casi intactos. De momento, espero que nos sigamos aguantando bastantes kilómetros más, tanto por el bien de mi bolsillo como por el de mi "enganche" a esto de cabrear.
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