Viernes 23, recien bajada del AVE procedente de Santa Justa, recibo varias llamadas de los familiares que venían a buscarme a la estación, para decirme que acababan de tener un percance con el coche, el fin de semana se presentaba movidito. Por suerte todo quedó en un susto, un coche semisiniestrado y a la 1:40am pude contar que estaba metida en la cama, al menos dormiría cuatro horas, ya que la carrera se disputaba a las 8:30am en la Plaza del Ayuntamiento de Fernán Caballero (Ciudad Real).
Sábado 24, 5:45am. Despierto tan pronto, para desayunar en "condiciones" al menos dos horas y media antes de la carrera, preparar la ropa, el pulsómetro (mierda, se me olvidó comprar la pila, tendré que correr por sensanciones) y estrenar la mochila, que para mi "medio" sorpresa no viene con la bolsa de hidratación (compra pendiente para septiembre: Soft Reservoir Transparent Salomon), y digo medio sorpresa, porque cuando estuve indagando una mochila en condiciones y topé con esta, en la web ponía que no la traía, pero donde la compré simplemente aparecía en las características que el tubito en lugar de ir por encima del hombro (como en la mayoría de las mochilas) este va por la parte de abajo, por lo que di por hecho que la llevaba integrada. Aún así, no me chafó el estreno ya que lleva dos Soft Flask introducidos en los bolsillos delanteros, uno lo rellené de agua y el otro de Powerade para no tener que pararme en ningún avituallamiento.
Los minutos antes de la carrera discurrieron con el nerviosísmo previo, que curiosamente, a medida que disputo más, más nerviosa me pongo, tal vez porque cada vez me veo mejor o porque no sé con qué terreno terminaré lidiando. La explosión de un cohete daba la salida a eso de las 8:45h, empecé con buen ritmo, salí rápida para controlar desde el principio la cabeza aunque fuera de lejos y no descolgarme mucho, a los dos kilómetros me adelanta la primera fémina acompañada a un ritmo bastante mejor que el mío como su zancada, la misma que cinco minutos antes de la Salida se acercó para decirme que tenía unas zapatillas muy guapas, sin embargo a ella no sabe como le iría por los cortafuegos con las Asics de running que llevaba (mal pensando al finalizar la carrera, no sé si se acercó para "despistar" o para "estudiarme", que las mujeres tenemos a veces esos puntazos mentales jajajaja), el caso, fue la que ganó con un tiempo de 1h 5' p algo así me dijeron mi séquito de fans, creo que las tres únicas personas que ejercieron de espectadores, mis amigos jajaja. Volviendo a la carrera, a lo lejos ya visualizaba el primer avituallamiento y la primera subida, no tan pronunciada como las que venían después, por lo que pude calcular que llevaba 2,7kms (me estudié a conciencia el mapa del recorrido). Una segunda fémina también me adelantó en llano, aunque no dejé de perderle la pista, y pensé "tranquila, aún quedan muchos kilómetros y las subidas/bajadas que es más lo tuyo", y así fue, a medida que aparecía una subida le recortaba metros, donde más fue en la tercera, última y más pronunciada, donde correr era impracticable, así que a reducir silueta y apoyándome en los cuádriceps con las manos llegué a la cima más rápido de lo que imaginé. Una vez arriba... tan solo tenía que dejarme caer o volar, como dice mi entrenador, pero la sierra ciudarrealeña (o tal vez cualquier sierra) tiene unos factores en contra, y son las piedras en punta arraigadas al camino, muchas de ellas ocultas por hierba seca o maleza, y un mal apoyo de lleno en ellas, puede amargarte dentro y fuera de la carrera, por lo que bajé rápida pero con algo de precaución.
Una vez abajo, los 6kms restantes, discurrían en llano, bordeando el precioso Embalse de Ortega y Gasset que invitaba a darse un chapuzón, ya que la calor allí arriba hizo mella y eso que no eran ni las 10am. La sierra, dejó paso a los caminos, estos al asfalto... y yo con las Salomon y sus tacos, imaginándome corriendo con cualquier otra zapatilla de running, pero no se puede tener todo en una carrera. Al igual que las Salomon fueron una gran ventaja para subir y tirarme sierra abajo, el factor asfalto no entraba en mis planes, al menos "tanta" distancia que se me hizo el doble. Aún así no bajé el ritmo, era constante y vivo, no quería desfondarme porque la recta se hacía interminable y el pueblo se visualizaba lejano. Avanzaba, sudaba y escuchaba pasos acercarse, me adelantaron un par de personas a cuenta gotas, por ahora y durante casi toda la carrera estaba siendo 3ª, tenía podium, pero la carrera aún no estaba terminada, y evidentemente a poco más del último kilómetro me adelantaron dos féminas más del Club Fondista de Miguelturra, a un ritmo y una tranquilidad que ya quisiera yo, no las perdí de vista, y cuando calculé (tarde) que la meta estaba a 200m sprinté lo que el tiempo de reacción y el cansancio me dejaron, entrando en meta dos metros por detrás de ellas.
Mi mirada buscaba a mis amigos, y acto seguido me doblé para apoyarme en las rodillas y coger algo de aire, antes de devorar varios trozos de sandía, naranja y agua, mucha agua, aprovechando que estaba fría, lo primero que hice fue echármela por la cabeza y la nuca, había olvidado el calor de mi tierra.
p.d. minutos antes de la carrera, calentando, observando a los demás corredores, uno especialmente me llamó la atención, porque iba equipadísimo de trail, me recordó a mi pero en tio, aunque yo lo único que llevaba de "más" era la mochila y las zapatillas, comentándoselo a mis amigos entre risas, les digo "los que más preparados vamos, a ver cómo acabamos", y efectivamente.. creo que entre en meta cinco minutos por detrás mía.
