23/9/13

Review: I Travesía El Escorial–Pto. Navacerrada (51kms)


Hace poco más de 49 horas que crucé la Meta de la RM Los Cogorros (Madrid) y aún arrastro sus secuelas, contracturas en ambos trapecios de la Salomon, un bulto debajo de la espinilla izquierda y un dolor cada vez que ando, por detrás de la rodilla derecha, pero por la parte externa (en breves voy al fisio, ya que no puedo llegar tocada para este sábado en Ronda, y su Rogainin, mi única “meta” es correr).

Despues de terminar la semana laboral luchando por unos “derechos” militariamente deportivos, con resultados nulos, pasamos la noche en un hostal de Cercedilla, aprovechando minutos en la cama durmiendo para lo que nos esperaba el sábado 21SEPT13. Dieron el pistoletazo de salida a las 7:30h, yo con la vejiga medio llena y el aparato digestivo dando sus buenos días. Comencé trotando hasta la 1ª señora subida, adelantando a muchísima gente que iba a “terminarla”/competirla, entre risas y bromas los iba dejando atrás, centrándome en el terreno que pisaba, ya que el amanecer estaba despertándose, pero la claridad apenas se hacía notar. Dejaba a mi derecha la cruz del Valle de los Caídos, a mi izquierda los bunkers de piedra de la Guerra Civil (y percatándome de ello porque un señor que iba detrás, por poco tiempo, lo comentó).

Buen ritmo, jabata en las bajadas, trote en los llanos y “rápida” en las cuestarriba, sin olvidar que era mi primera “carrera” de 50 kilómetros, donde estuve luchando al menos hasta el kilómetro 40, posicionándome (en féminas) 2ª, 3ª, 4ª, 3ª, 2ª… y así sucesivamente, hasta que al final creo haber terminado 5ª.

¿Porqué? Falta de fuerza, de alimentación o de costumbre, y eso que soy de dosificar, pero no descansé ni me senté ningún segundo, llegaba a los avituallamientos, rellenaba y salía pitando, individual a saco, hablando con muchos, recibiendo ánimos de otros, pero solamente centrada en el terreno que pisaba, y lo que me quedaba por “andar”.

Bebí muchísimo porque me lo pedía el cuerpo, y eso que no hizo una calor extrema. Nuestro recorrido cruzaba con el “Madrid-Segovia 100kms”, que yo ni me enteré. Tal vez fue una señal porque iba con un tiempo medio bien, y por eso no coincidí.

El resultado fue, terminar en 9 horas 5 minutos (mi primera meta, ya que estaba entre las 9 y las 10 horas), y la segunda fue por mera “competitividad” y ver que “podía” hasta que dejé de poder hacer podium, conformándome con terminarla “bien”. Y en la meta reencontrarme después de meses con mi “hermano”, que sabía donde estaba la meta pero no le esperaba allí, y me invitó a unas cerves por el enorme esfuerzo realizado. Pero la alegría de verle allí fue mayor… ¡porque no le esperaba!


p.d. y lo bueno de esta carrera (o travesía como se denomina), fue conocer a tanta gente por el camino, sean Oficiales, Suboficiales, Tropas como yo o civiles, pero un apoyo y un buenrrollo increíble. Ahora toca recuperarse ^^.

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